Trailer Alien (1979)

viernes, 27 de mayo de 2011

Ciberpunk VI

Jorge caminaba con la masa, entre la maraña de conciencias que se manifestaba y avanzaba en dirección a la plaza central de la ciudad.
El análisis de redes básico que había desarrollado en las últimas horas no le había preparado para aquello. Toda esa emotividad, ese nuevo espíritu común, de altruismo y generosidad, de fin de ciclo, que se respiraba esa noche en las calles de Magerit.

El joven no estaba seguro de a que conduciría todo aquello:
La legitimidad que pudieran haber tener las revoluciones árabes, consideradas por casi todos como el germen por imitación de esa “Revolución “Española”, fue respaldada indirectamente por la torpeza de los regímenes dictatoriales contra los que se levantaron y la represión contra los ciudadanos indefensos que alzaron la voz.

Difícilmente ocurrirá eso aquí, pensó. Y quizás ahí se termine todo…
Había motivos para sentirse cabreado, claro. Los recortes sociales de los últimos años, la nefasta gestión económica del gobierno de turno, los expedientes de regulación de empleo…
Sin embargo, Jorge dudaba si se podría sostener un movimiento como ese, una vez pasado el “calentón”, con una clara falta de adversario, por la renuencia del estado a entrar abiertamente en la liza contra los militantes del movimiento.

Por ahora el movimiento estaba muy verde, y el que hubiera estallado apenas una semana antes de unas elecciones autonómicas desde luego no sumaba credibilidad a la larga a la movilización. En algunos foros se criticaba la iniciativa de oportunista y carente de contenidos.
Quizás la clave para lograr legitimidad como movimiento, como fenómeno propio, dependía de la reacción del estado ante las movilizaciones. Habría que ver si el anquilosado sistema perdía los papeles y daba un paso en falso o no… La represión templaría las ideas, la emotividad, y lograría dar un impulso generador de contenidos a la revuelta civil de aquellos días.

En el fondo, sospechaba Jorge, eran las Ciudades las que empujaban la movilización. Las que siempre les habían orientado a experimentar, a investigar, a buscar nuevas formas para la propia expansión y reproducción de su identidad.

Quizás ahora estaban cambiando de piel, haciendo una criba de los elementos ineficientes del sistema, renovando las élites productivas, mutando y regurgitando los órganos corruptos por el paso del tiempo y el anquilosamiento.
Era posible que todo aquello solo fuera un periodo de parada, de metamorfosis y gestación, del que surgiría el nuevo ente. Las nuevas ciudades que gobernarían sobre todos ellos durante los próximos 100 años...

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